domingo, 20 de mayo de 2012

Tiburón ( en Mosselbaai )




















Se ha hecho esperar. Teníamos a medio hacer algunas entradas, guardadas como borrador, que íbamos a publicar en breve, pero a estos del bloguer les ha dado por hacer nuevos cambios en la edición y todo lo que estaba escrito ha desaparecido o se ha traspapelado en el ciberespacio...Las carpetas con las selecciones de fotos aun las tenemos, pero tendremos que redactar todo de nuevo, y uno no siempre está en  su mejor momento de inspiración.

Pero volvamos a Sudáfrica. Aunque las dos últimas entradas resumen más o menos el viaje, habíamos prometido continuar el relato con un poco más de detalle, tal como habíamos empezado. Ahora ha pasado mucho tiempo y casi nadie nos seguirá, pero a nosotros nos queda como diario de viaje.

Antes de los resúmenes, habíamos contado nuestros primeros días en Ciudad del Cabo, luego nuestro paso por el Cabo de Buena Esperanza y finalmente escribíamos sobre el Cabo Agulhas, el extremo sur africano.
Nuestro siguiente objetivo era el P.N de Tsitsikama, pero como hasta allí había un trozo, buscamos una parada intermedia y para ello escogimos Mosselbai, ya en el Índico. El motivo principal fue una curiosidad histórica de las que le gustan a Dani: cuando los portugueses y otros comenzaron a doblar el Cabo da Boa Esperaça empezaron a parar de tanto en tanto en esta bahía, con cierto resguardo de los vientos y una pequeña fuente al pie de un árbol, cosas bastante escasas por aquellas costas. Parece que al poco, el árbol en cuestión se convirtió en un lugar donde dejar cartas para que fueran transportadas por los barcos en dirección opuesta...La cosa es que el árbol todavía existe, y había que ir a verlo.
Según llegamos nos fuimos al primer hostel para coger habitación y de allí a buscar el árbol. La verdad es que sólo habíamos leído la 'lonely`por encima. Acabamos en el extremo de la Bahía, en el Cape St Blaize, donde hay un faro y una cueva prehistórica:
El arbolillo no estaba aquí; es evidente que aquí no hay ninguna protección frente al movido Índico .


















De lo que si nos enteramos en el hostel es de que aquí también se hacen salidas para ver al gran tiburón blanco, que ya habíamos descartado...mañana nos vamos a su busca.
Vista de Mosselbai ('Bahía de los Mejillones') desde el barco



















Navegamos cosa de media hora, tiran el ancla y a esperar...pero no mucho, enseguida:
Carcharodon carcharias, tiburón blanco de más de tres metros de longitud...

















En realidad la cosa tiene algo de truco, porque los tiburones de por sí no son muy de dejarse ver: les lanzan un cebo de pescado putrefacto. Como en realidad tampoco es mucho lo que les echan de comer, los tiburones se mantienen entretenidos largo rato atacando sin quedar saciados...


















A veces pierden la paciencia y atacan con violencia, para espectáculo de todos los que estamos en cubierta:



















Y aún es más espectacular si se ve desde el agua, como los que están en la jaula en la borda del barco:























Pero este blog no tendría razón de ser si no fuera por sus temerarios protagonistas apuntándose a todo:
M&D a centímetros del peligro...
























One, two, three...down!!down!!    y te hundes y ves el 'jocico' del gran tiburón blanco a centímetros de ti, porque a veces le pega mordiscos a los barrotes de la jaula:
Observen la dentadura...

















Salimos sanos y salvos de nuestra aventura con los escualos, bueno, sanos del todo no...el barco, anclado en una zona donde el mar es ondulado, se menea cosa buena, y te tiras allí dos horas...algo de sensación de mareo sí que acabamos teniendo.
Que mejor que culturizarse un poco para recuperarse...nos vamos al árbol postal, que sí que existe:
Aquí dejaban los navegantes sus cartas. Todavía hay un buzón al lado.
























Lo explica en afrikaans e inglés un cartel:











Por cierto, que el árbol es un pariente de nuestro 'marmulán' (Sideroxylon marmulana) un arbusto del termófilo (medianías bajas) canario, muy raro de ver hoy día.

Toda la zona del arbolito se encuentra ahora rodeada por un espacio que han dedicado a museo de un poco de todo, pero principalmente de medio marino y de la historia de las grandes exploraciones marítimas. La pieza más grande es una réplica a tamaño natural del barco con el que Bartolomeu Dias dobló por primera vez Boa Esperança...la réplica también llegó navegando desde Lisboa.























Echamos una última mirada hacia la bahía donde antiguos marineros hacían su aguada en estas costas entonces remotas y desoladas...nosotros también tenemos que continuar camino.
Vista desde el emplazamiento del Posboom (árbol postal). ¿Cómo sería hace 400años?



















Bueno, el nuevo editor nos ha borrado las entradas a medio hacer, pero parece que al menos es más ágil que antes. En cuanto haya hueco, les contamos el Tsitsikama...