domingo, 29 de noviembre de 2015

Visitando otras islas: Lanzarote

Nuestro blog se quedó nuevamente estancado este verano. Acabamos el curso en Arguineguín, nos fuimos a INDONESIA, volvimos a ver familia y amigos en Benicarló y nos volvimos a Gran Canaria, donde ahora vivimos asomados a la playa de Patalavaca...y durante todos estos acontecimientos hemos abandonado nuestro cuaderno de bitácora en forma de blog, principalmente por no parar mucho, pero también por no tener un internet sencillo y accesible a nuestro alcance. Ahora que este problema está solventado, retrocederemos en el tiempo al curso pasado para publicar viajes pendientes ...
LANZAROTE
Haremos una entrada rápida con más fotos que palique de nuestras salidas de Gran Canaria. En la penúltima entrada (antes de la mini-entrada de hace meses desde Indonesia) vimos que camino de Gran Canaria asomamos a Lanzarote desde el barco, pero no bajamos. No pisábamos la 'isla de los volcanes' (aunque volcanes hay en todas las Canarias) desde 2005...una eternidad. Así que en el puente de diciembre solventamos el desajuste:
Llegamos de noche, nos instalamos en nuestra casita rural en Tinajo y rápido a cenar a una recomendación que nos dieron en La Santa...¡gracias, Norberto!
LANZAROTE
Lat:   29º 01' N    Long: 13º 38' W
845 km   ( 5ª isla en tamaño de Macaronesia )   
670 m  (Peñas del Cache) ( 21ª isla en altura en Macaronesia )
Amanece en nuestra casita

Vista hacia el norte

Nuestra casa da hacia el Archipiélago Chinijo. En la foto, Alegranza y Montaña Clara.
Nos acercamos primero a la Caleta de Famara, muy cerquita de casa...
Un paseo por Caleta de Famara
Al fondo los imponentes acantilados de Famara

Desde allí, atravesamos prácticamente toda la isla para ir a parar a Playa Quemada, en el sur:

Nos vamos de excursión por la árida y solitaria costa de los Ajaches:






Verode, Kleinia neriifolia, dando un minúsculo toque de verdor



Acabando la excursión de nuevo en Playa Quemada
De vuelta en Tinajo, nuestro campo base en este viaje, nos alongamos a la costa norte, un sitio también solitario, triste y perdido, de los que a nosotros nos gustan, que recuerda a algún rincón de Islandia...

Punta de la Laja del Sol, en la desolada costa de Tinajo



Por la noche nos vamos a hacer tiempo a Arrecife, la agradable capital de Lanzarote...
Charco de San Ginés

Algo más tarde llegan nuestras amigas Pili y Mely, que compartirán unos días aquí y otros en Gran Canaria con nosotros. Con Dani haciendo de guía hacemos una visita no tan clásica a la isla...
Ermita de las Nieves, no muy lejos de las máximas alturas de Lanzarote en Famara...
Al lado de la Ermita asomamos a la Playa de Famara, que está 600 metros risco abajo:

Entre las rocas que asoman al abismo, crecen algunas rarezas botánicas...
Lavandula pinnata
No es rarísima, pero sí endémica (exclusiva) de Lanzarote: Nauplius intermedius



Helichrysum gossypium
Seguimos ruta hacia el norte:
Aeonium balsamiferum sobre el Valle de Tabayesco
Haría y el Volcán de la Corona

Cascada de lava junto al Mirador de Guinate
Un poco más allá, en las afueras de Ye, asomamos al comienzo del camino de BajoRisco, con vistas a la vecina isla de La Graciosa...

Otro mirador hacia el Archipiélago Chinijo, cerca del Mirador del Río
La Graciosa desde Lanzarote...
Caleta del Sebo, en La Graciosa. Detrás también se ve Montaña Clara
Bajamos a la orilla norte, paseando (y comiendo muy bien) en Órzola:


Barquita tradicional hecha con un bidón. Antes era muy frecuente en Arrecife ver niños jugando con ellas...
Hacia el sur de Órzola se extienden unos incipientes campos de Dunas que van cubriendo las relativamente recientes coladas de lava del Volcán de la Corona: en unos pocos miles de años las dunas han avanzado cerca de medio kilometro sobre el basalto negro...




Aquí también crece una interesante flora muy emparentada con la de la cercana costa africana...
Traganum moquinii, una planta compartida con África

Tabaiba dulce, Euphorbia balsamifera, deformada por el mismo viento que arrastra las jóvenes dunas
Atardecer en Haría
Una excursión que Dani hacía en sus tiempos de guía de 'Años Luz' era a los 'islotes' de Caldera Blanca, en el borde del Parque Nacional de Timanfaya.
'Islote' de la Caldereta, un antiguo volcán que quedó rodeado por las lavas de la erupción de 1730-36
Uno de los cráteres más grandes del archipiélago: 
Caldera Blanca
Cuervo, Corvus corax ssp. tinginatus , un ave ahora rara en las Canarias
Caminero, Anthus berthelotii, endemismo de Canarias y Madeira
En nuestra visita de lugares 'menos habituales' nos dirigimos a la orilla este de Timanfaya, para hacer un trocito del sendero a Playa de los Cochinos.
Playa de las Malvas.

La solitaria costa de Timanfaya, formada en las erupciones de 1730-36


La costa es larga, por lo que no llegamos a la remota 'playa'. También había que hacer alguna de las visitas clásicas de Lanzarote, y la de la guagua por el Parque Nacional de Timanfaya es delictivo no hacerla...



Un clásico...
Las chicas sintiendo el calor de la tierra en el Islote de Hilario
Nos dirigimos luego a las salinas de Janubio, otro clásico...

Y al Golfo llegamos demasiado oscuro para hacer fotos, pero a tiempo para una merecida cena canaria...
Pily y Mely degustando lapas, escaldón de gofio, malvasía,...

¡Nosotros también!
A las chicas también las llevamos a pasear a la Caleta de Famara:



En coche la isla se atraviesa rápido. Nos vamos de vinitos a La Geria, los famosos agujeros donde se planta la viña en Lanzarote.




Los muros están ubicados hacia el NE, para proteger la viña de los casi permanentes alisios que cruzan Lanzarote

Cualquier guía lo explica, pero como este blog pretende también ser didáctico, les recordamos que las viñas no están plantadas en ceniza volcánica. La ceniza de los volcanes de Timanfaya, entre 1730 y 1736, cubrieron grandes extensiones de terreno fértil, con espesores de hasta dos metros. Los dueños de dichas tierras (religiosos mayormente), no deseaban malperder dichos terrenos, y a falta de poder llevarse toda la ceniza a lomo de camello, decidieron escarbar hasta tocar suelo fértil. Allí es donde están enganchadas las matas. Al final, la ceniza demostró ser un fantástico aislante, que retiene la humedad debajo pero que en superficie genera altas temperaturas y sequedad que impide la propagación de hongos en las viñas...y de hecho los campesinos lanzaroteños extendieron la idea a terrenos donde originalmente no había ceniza, lo que se conoce como 'enarenados', y allí, además de viña, también plantaron batatas y cebollas...

Como ayer llegamos de noche, ahora vamos al Golfo con mejor luz...


Charco de los Clicos

Nuestras últimas horas en la isla las pasmos en la capital, Arrecife, que también tiene su encanto...
Charco de San Ginés
Puente de las Bolas e Iglesia
Castillo de San Gabriel

En la orilla de Arrecife abundan las limícolas. Chorlitejo grande, Charadrius hiaticula




Despidiéndonos de Lanzarote...
Íbamos a hacer una entrada con Lanzarote y Tenerife (la otra isla a la que saltamos el curso pasado) a la vez, pero en vista de que seguimos sin parar la pata y que este blog lleva meses sin publicar nada, vamos a darle ya al 'enter' y dejamos la 'isla picuda' para la próxima, no sea que mientras nos eliminen el blog del ciberespacio por falta de actividad...
¡Esperemos que hasta pronto!

M&D